
Autómata, del latín automăta y este del griego automatos (αὐτόματος), espontáneo o con movimiento propio. Según la RAE, máquina que imita la figura y los movimientos de un ser animado. Un equivalente tecnológico en la actualidad serían los robots autónomos. Si el robot es antropomorfo se conoce como androide.
El mundo de los autómatas es tan amplio como su definición. En términos bíblicos podríamos considerar al hombre como el primer autómata, creado del barro por Dios, aunque con la diferencia de poseer libre albedrío que le permite decidir por sí mismo. Esa distinción ha hecho que el ser humano haya querido imitar el acto de la creación desde el mismo inicio de su historia, construyendo mecanismos artificiales para todo tipo de fines desde científicos, de investigación, para agilizar sus tareas o por mero entretenimiento.
El mundo de los autómatas es tan amplio como su definición. En términos bíblicos podríamos considerar al hombre como el primer autómata, creado del barro por Dios, aunque con la diferencia de poseer libre albedrío que le permite decidir por sí mismo. Esa distinción ha hecho que el ser humano haya querido imitar el acto de la creación desde el mismo inicio de su historia, construyendo mecanismos artificiales para todo tipo de fines desde científicos, de investigación, para agilizar sus tareas o por mero entretenimiento.
La influencia del ambiente tecnológico de los años 50 deja su impronta en el arte, que encuentra en la estética del movimiento un motivo de creación. El dinamismo, la manifestación de la vida en el artificio impregnan la obra de artistas como Jean Tinguely, Alexander Calder o Marcel Duchamp que consagran el término “arte cinético”. Una acepción que ya está presente en 1920 en el ‘Manifiesto Realista’ de Naum Gabo que habla de ritmos cinéticos como “formas esenciales de nuestra percepción en tiempo real”.
Observar esas formas en movimiento desde la mirada de artistas contemporáneos es lo que permite al espectador la exposición ‘Autómatas. Arte y mecánica’. El Pabellón Tecno-Foro del Parque de las Ciencias reúne 51 obras en un espacio donde explorar con las emociones y la tecnología gracias a la fusión del arte y la mecánica.
Observar esas formas en movimiento desde la mirada de artistas contemporáneos es lo que permite al espectador la exposición ‘Autómatas. Arte y mecánica’. El Pabellón Tecno-Foro del Parque de las Ciencias reúne 51 obras en un espacio donde explorar con las emociones y la tecnología gracias a la fusión del arte y la mecánica.